sábado, 9 de julio de 2016

[Fanfic de Star Wars] A escondidas del Imperio - Capítulo Dos

Star Wars: A escondidas del Imperio - Capítulo Dos: Travesía desértica

Habíamos partido de inmediato, era de esperar que a Snull le agradaría la decisión que había tomado, y en cierto modo y a pesar de nuestro nuevo destino al que nos dirigíamos, la idea de abandonar aquel agotador planeta de una vez por todas también conseguía animarme aunque fuera tan solo un poco.

Tatooine... demasiado tiempo llevaba sin pisar mi planeta natal y sin saber nada de él, me preguntaba como irían las cosas por allí, aunque me hacía a la idea de que tampoco habrían cambiado demasiado, además, ahora mismo me preocupaba más el sueño que tuve la noche anterior, el motivo que en parte ayudó a tomar esta decisión, preferí no comentárselo a Snull, tampoco me hubiera creído, es más, ni siquiera yo mismo terminaba de creerme lo que estaba haciendo, era la primera vez que me dejaba llevar por un sueño o por una visión, pero también era cierto que jamás un simple sueño, me había hecho sentir de aquella manera.

Acompañado de algunos de mis compañeros, me encontraba allí sentado sobre uno de los bancos de la parte trasera de nuestra nave, lugar donde en su día las tropas de asalto clon eran transportadas a la guerra, y en cierto modo, cuando viajaba allí no podía evitar imaginarme como fueron las batallas que se vivieron en aquella época, antes del Imperio, aunque todo aquello sonaba ya tan lejano, que me resultaba prácticamente imposible de imaginar.

Entonces la puerta que comunicaba con la cabina de la nave se abrió, dejando paso a nuestra vieja unidad R4 la cual empezó a emitir una serie de pitidos para comunicarnos que nos estábamos acercando a nuestro destino, y acto seguido, mis compañeros allí presentes empezaron a prepararse.

Pero por mi parte, primero necesitaba comprobarlo con mis propios ojos, así que me levanté y me dirigí a la cabina donde Snull y el trandoshano se encontraban al mando.

- Largo tiempo sin verlo, ¿eh? - pero inconscientemente ignoré el comentario del capitán, mi atención se centró automáticamente en aquel amarillento planeta que se encontraba ante nosotros, entonces me acerqué al cristal delantero para poder contemplarlo mejor, lo cual causó que me viera obligado a retirar de mi mente el cúmulo de recuerdos que empezaron a invadirme. - Venga prepárate, aterrizaremos en nada.

Como ya le había aconsejado a Snull esta misma mañana antes de partir, aterrizamos en pleno desierto, en una zona rocosa y montañosa en la que solía jugar cuando era niño, estaba lo suficientemente alejado de todo, y pensé que allí podríamos pasar desapercibidos.

Pero no iba a consentir que aquellos recuerdos que intentaron apoderarse de mí cuando estábamos aterrizando me atormentaran, fui el último en bajar de la nave, pero tampoco me lo pensé dos veces, estaba en casa después de tanto tiempo, y aunque allí tampoco había gran cosa que ver, el aire familiar que se respiraba de alguna manera me dio a entender que nada había cambiado.

- Estupendo... salimos de un planeta desértico para venir a otro... - era de esperar que la primera protesta vendría por parte de Clucktus, se había adelantado un poco al resto para inspeccionar el terreno y no había tardado ni dos minutos en abrir la boca.
- Pues en mi opinión, al menos parece que esta vez no tendremos que pasar por chatarreros, ¿no crees? - fue el mandaloriano del grupo el único que le contestó.
- Di lo que quieras... pero hubiera preferido un planeta algo más fresco al ser posible.
- Este planeta, viejo amigo... no es ni tan cálido ni tan engorroso como lo era Jakku. - esta vez fue Snull el que intervino, pues por lo que había ido viendo a lo largo de estos años, al menos nuestra “oveja negra” parecía mostrar cierto respeto hacia el capitán. - Tal vez más peligroso y por lo tanto tendremos que andar con cuidado, pero a la hora de conseguir suministros y provisiones puede que lo tengamos algo más fácil.

Imaginaba que ante la palabra de Snull, no iba a tener nada que decir, intentó aparentar que ignoraba el comentario y volvió a mirar al frente como buscando en aquel desierto algo en lo que centrar su atención.

- El único problema de quedarnos a las afueras tal vez sea que tendremos que estar bien atentos por los moradores de las arenas. - empecé a hablar con la intención de cambiar repentinamente el tema de conversación. - Son peligrosos, en su día mi familia y yo ya tuvimos algunos problemas con ellos.

Después de una breve explicación acerca de los moradores y sobre los demás peligros que podrían acecharnos en el desierto, Snull nos separó en parejas para asignarnos diferentes tareas, y tras una media hora aproximadamente de preparativos, estábamos ya listos para ponernos en marcha.

Al ver que hoy no iba a estar por la labor de hacer mucho más, Clucktus fue el encargado de quedarse vigilando la nave junto a otro compañero, sería el trandoshano mientras tanto quien se encargaría de inspeccionar los alrededores para asegurarse de que no había ningún peligro, y en cuanto a Snull y a Sephard, el mandaloriano de la banda, se atrevieron con la tarea de adentrarse en Mos Eisley en busca de provisiones y al ser posible también de algo de información, pues convenía estar bien informado de la situación actual del planeta.

- ¿Estás seguro de esto? - fue nuestro capitán quien se acercó a preguntarme mientras repasaba las provisiones y utensilios que había metido en mi mochila para esta expedición.
- Este fue el acuerdo al que llegamos, ¿recuerdas? - fue la única condición que le puse, pues a cambio de darle la ubicación de algún lugar seguro en el que poder asentarnos en Tatooine, le pedí que al menos, el primer día de nuestra llegada me lo dejará libre para poder ocuparme de mis propios asuntos. - Además, no estaré solo, Sniper vendrá conmigo.

Sniper era nuestro viejo droide de serie IG, al cual bautizamos con ese nombre debido a lo diestro que llegaba a ser principalmente con las armas de largo alcance.

- Tú mejor que nadie conoce los peligros de este planeta... - hizo una breve pausa como si no terminara de estar muy de acuerdo con su propia decisión. - Haz lo que tengas que hacer, pero recuerda que te quiero de vuelta antes del anochecer.

Y así fue como nos pusimos en marcha, partimos de inmediato con intención de poder aprovechar el día, con el ropaje apropiado para un escenario tan desértico como aquel, mi pequeño bláster colgado del cinturón, la mochila con los suministro necesarios y la simple compañía de nuestro viejo droide de batalla.

- Amo Nowel, ¿a donde nos dirigimos? - a pesar de la finalidad ofensiva con la que nuestro droide fue fabricado en su día, gracias a mis conocimientos en robótica pude modificar ligeramente su tanto su memoria como sus funciones para que no fuera una simple máquina de matar sino más bien un compañero más.
- Si te soy sincero, Sniper... ni yo mismo lo sé. - y francamente era cierto, dejamos atrás nuestra nave para empezar a caminar sobre aquel terreno árido y rocoso, dejándome llevar tan solo por aquel sueño que tuve la noche anterior, y en más de una ocasión al pensar en ello, llegaba a sentirme hasta ridículo por creer que volvería a escuchar aquella voz en mitad del desierto revelándome alguna nueva pista para guiarme mejor.

Pero nada sucedió por el momento, mis oídos ya se encontraban bastante atareados escuchando los pesados pasos metálicos de Sniper sobre la arena caminando a mis espaldas, ni siquiera hablábamos mucho entre nosotros, pero nuestro agradable paseo, por llamarlo de alguna manera, no iba a tardar mucho en verse interrumpido.

- ¿Has escuchado eso? - me giré inmediatamente a nuestro droide el cual se había detenido también.
- Lo he escuchado amo Nowel, mis limitados sensores detectan que sea lo que sea, se acerca a gran velocidad.

Con la escasa información que Sniper me había dado, al menos pude descartar de la idea de que se tratara de una banda de moradores de las arenas, lo cual me hizo pensar que hasta tal vez podría tratarse de algo peor.

No podía arriesgarme a comprobarlo, era nuestro primer día en Tatooine y lo echaría todo a perder, entonces rápidamente miré a nuestro alrededor y lo único que encontré fue una agrupación de rocas donde había crecido algo de vegetación, bastante seca como era de esperar en aquel panorama, pero fue nuestra única opción.

- ¡Sniper! ¡Por allí! - tras mi orden, empezamos a correr hacia aquellas rocas para ocultarnos aprovechando también su escasa vegetación, y no íbamos a tardar demasiado en comprobar que había sido aquello que habíamos escuchado a lo lejos.

Entonces sentí un escalofrío recorriendo mi espalda, me quedé completamente paralizado siendo tan solo capaz de seguir con la mirada aquello que acababa de surcar el cielo sobre nuestras cabezas a gran velocidad.

- Eso era... un Caza TIE... - fueron las únicas palabras que pude gesticular, continuaba allí escondido entre las rocas mientras numerosas dudas y temores empezaron a invadirme.

Aquello me dio a entender que tal vez nuestra estancia en Tatooine no iba a ser tan tranquila como me hubiera gustado, lo que acabábamos de ver no estaba dentro de nuestros planes, ni siquiera Snull hubiera previsto algo así, pero era cierto, estaba ocurriendo, y a pesar de que desconocíamos los motivos, el Imperio, o lo que quedaba de él, había llegado a Tatooine.

Salimos finalmente de nuestro escondite cuando aquel Caza TIE se encontraba ya lo suficientemente lejos como para no detectarnos, me había quedado desconcertado, sin saber muy bien lo que debería hacer ahora, incluso llegué a desear que en un momento como aquel, pudiera volver a escuchar aquella voz y que me guiara, o que al menos me diera alguna pista.

- Amo Nowel, ¿qué deberíamos hacer ahora? - me quedé durante unos instantes pensativo antes de responder a nuestro droide, con la mirada perdida en el horizonte como si estuviera esperando ver algo en él.
- Deberíamos seguir adelante, solo tengo el día de hoy para ocuparme de este asunto.

Respondí con un tono de voz algo seco y arrastrando cierto aire de inseguridad en él, las cosas se habían complicado en cuestión de segundos, y si queríamos regresar de una pieza, íbamos a tener que permanecer más atentos de lo previsto.

Continuamos avanzando por aquel desértico escenario bajo sus dos sofocantes soles, por suerte, yo estaba medianamente acostumbrado al haber pasado allí los diez primeros años de mi vida, aunque más de tres horas de larga caminata entre rocas y arena acabaría agotando a cualquiera, así que aprovechando la sombra que proyectaba cierta agrupación rocosa que tuvimos la suerte de encontrar, tomamos un pequeño descanso que aproveché para beber un poco y comerme una de las barritas energéticas que había cogido para el camino.

No fue hasta entonces que me paré a pensar en como me sentía realmente al estar en aquel lugar, era extraño pero ahora mismo no sentía nada, ni pena, ni nostalgia... pero a su vez, aprovechaba la ventaja de ya conocerme aquello para poder avanzar con más facilidad a pesar de no saber hacia donde me dirigía, y de pronto volví a recordar lo ridículo que llegaba a sentirme al encontrarme allí en mitad de la nada dejándome llevar por un simple sueño que tuve la noche anterior.

- Amo Nowel, mis sensores acaban de detectar algún tipo de señal no muy lejos de aquí. - entonces el aviso de Sniper me interrumpió, haciendo que aterrizara y dejara de atormentarme con el tema de aquel sueño.
- ¿Cómo dices? - sacudí mi cabeza como si llevara intención de espabilarme con ello. - Podría ser cualquier cosa pero... aquí en mitad del desierto no es muy normal que se transmitan señales así, aunque supongo que lo mejor será que lo comprobemos.

Recogimos nuestro pequeño campamento y nos pusimos en marcha de inmediato, avanzando cada vez con más cautela a pesar de que por el momento, continuábamos sin encontrar nada a nuestro alrededor.

- Sniper, ¿estás seguro que no te has equivocado? No veo indicios de que por aquí cerca haya algún lugar desde donde alguien haya podido mandar alguna señal.
- Aunque fui fabricado como droide de batalla, las modificaciones que usted mismo me aplicó funcionan correctamente, como en este caso en concreto el radar que llevo incorporado.

No tuve otra opción que sacar mis binoculares de la mochila para comprobar si con ellos sería capaz de encontrar algo, entonces allí a lo lejos algo detecté, aproximadamente a unos tres kilómetros de donde nos encontrábamos.

- Parece una especie de granja aunque no veo movimiento ni tampoco indicios de vida por allí, venga, será mejor que echemos un vistazo.

Todavía tardamos casi una hora en llegar, y francamente no esperaba que mi desilusión fuera a ser tan grande, pues era cierto que se trataba de una vieja granja de humedad, pero se encontraba en un estado bastante lamentable, estaba todo destrozado y no quedada nada en pie, ni tampoco nada que saquear, claramente tanto los moradores como los jawas ya se habían encargado bien de ello.

- Esto debe llevar años abandonado... - pataleé una pieza que se cruzó en mi camino y que ni siquiera sabía de lo que se trataba, entonces me quedé allí en mitad de una pequeña plaza observándolo todo a mi alrededor, como si todavía tuviera esperanzas de encontrar algo útil en aquel lugar a pesar de los dolorosos recuerdos del pasado que me venían a la mente al estar en una granja tan similar a la que en su día tuvieron mis padres, no estaba resultando nada fácil para mí estar en un lugar tan similar en el que me crié.
- Amo Nowel, según mis sensores, aquella señal que detecté fue enviada desde este lugar.
- ¿Estás seguro de ello?
- Completamente, posiblemente todavía quede alguna pequeña estación operativa en este lugar, por muy raro que parezca.
- Esto no me gusta nada... sea quien sea el que mandó aquella señal, tuvo mucha prisa por marchase antes de que alguien le encontrara aquí.

Entonces empezamos a investigar aquellas excavaciones subterráneas tan típicas de las granjas de humedad, y como era de esperar allí no quedaba nada en pie, la verdad es que cuanto más me adentraba en aquel lugar, más me daba por pensar que aquella granja no fue abandonada en su día sin más, sino que más bien parecía que fue asaltada o al menos aquello era lo que me indicaban las quemaduras de disparo de bláster que me iba encontrando.

- Empiezo a pensar que no fue muy buena idea venir a este sitio... - y fue en ese momento cuando mi viejo droide de serie IG empezó a emitir un leve pitido de alerta.
- Amo Nowel, parece que alguien se acerca a gran velocidad.

Y con ello terminé de lamentar el haber venido hasta aquí, si Spiner había sido capaz de detectarle y teniendo en cuenta que se trasladaba a gran velocidad, no cabía la menor duda de que se trataba de alguien montado sobre algún vehículo y que por lo tanto eso disminuían nuestras posibilidades de escapar.

De pronto empezamos a escuchar aquello que se acercaba, al menos no parecía tratarse de ningún Caza TIE como el que habíamos visto hace un rato, pero tampoco iba a esconderme sin comprobar de lo que se trataba, y con el mayor sigilo posible y seguido de mi droide, avancé por aquellos pasillos subterráneos hasta llega a la entrada de uno de ellos.


Llevé mi mano derecha hacia mi pequeño bláster y me quedé acariciando el mango, entonces me asomé desde la entrada de aquel túnel y allí arriba pude ver finalmente a los recién llegados, también pude confirmar que habían venido montados sobre un par de speeders, y con ello, empecé a maldecir lo tonto que había sido por meterme yo solo en el peligro, pues el Imperio, acababa de hacer acto de presencia.

  Capítulo Anterior               Capítulo Siguiente                              

No hay comentarios:

Publicar un comentario